viernes, 7 de noviembre de 2008

Cronicas de Asdomu (Parte 1)

La luz de la luna iluminó una sonrisa. Diez hombres esperaban ocultos en los oscuros callejones. Estaba previsto que un importante miembro de la rebelión, pasara la noche en la posada que estaban vigilando.

El Gato Tuerto, era una posada frecuentada por ladrones, contrabandistas, y asesinos. No era un lugar agradable y mucho menos seguro, pero Julius, sabía que si quería pasar desapercibido era su mejor opción.
Cuando Julius apareció caminando en dirección a la posada, Gilbert, haciendo un gesto con su mano, dio la orden a sus hombres de que se preparasen, y una decena de arcos se tensaron.

Lo primero que hizo el rey Dulguer al subir al trono fue prohibir la magia. A su pueblo le contó que la práctica de la magia corrompía el alma, convirtiendo a los magos en seres de una terrible maldad. Esta afirmación era completamente falsa. Lo que en realidad pretendía el rey, era acabar con todos los magos, porque les temía. Temía que se opusieran a sus planes, temía que su número aumentase, y temía sus capacidades.

Cuando el agudo oído de Julius, escucho los movimientos de varios hombres dispuestos a emboscarle, alzó sus brazos y gritó.
-Gurdzdrous.
La palabra mágica, pronunciada en la lengua de los grulls, retumbó en la cabeza de sus enemigos con gran fuerza, aturdiéndolos el tiempo suficiente para poder escapar de una muerte segura.


Diego Escudro