jueves, 6 de septiembre de 2007

EL PÁJARO DE LA FORTUNA


Hace mucho tiempo en una pequeña aldea, vivió un campesino que se dedicaba a cultivar la tierra y a la cría de gallinas.

En un día en el que estaba trabajando en el campo, vio como un cuervo volaba a menor altura de lo habitual, cosa que hacen los cuervos cuando hace frío, o cuando esta a punto de hacerlo.

-Pájaro de mal agüero -dijo enfadado.

Otro día, el campesino fue a dar de comer a sus gallinas y allí vio al cuervo comiéndose un ratón que llevaba un par de días muerto.

El campesino intentó golpear al pájaro con su callado, pero no lo consiguió parque el cuervo escapó volando.

-Pájaro de mal agüero -dijo frunciendo el ceño.

Pasado un año, el campesino cogió una pulmonía porque estando en el campo, no vio a ningún cuervo que le avisara del repentino cambio de temperatura que se iba a producir y no fue a casa a por ropa de abrigo.

Nada más recuperarse de su enfermedad, el campesino vio como sus gallinas enfermaron a causa de una infección producida por la proximidad con varios roedores en putrefacción.

Estos dos sucesos fueron el comienzo de una vida desdichada para el campesino, porque el cuervo había viajado a otra aldea, en la que fue recibido como El pájaro de la fortuna.


Diego Escudero

1 comentario:

Isabel dijo...

Que fijación tenemos todos con los cuervos, pero la verdad es que no me exraña, porque es un animal tan mágico, que nos inpira para escribir sobre él. Me ha gustado mucho esta historia.